El empleo de camello como sinónimo de traficante de drogas a pequeña escala tiene su origen en una picaresca que se extendió entre los vendedores de los años veinte del siglo pasado. Cuando intuían una situación de peligro o la posibilidad de ser descubiertos por la policía, los traficantes escondían la mercancía debajo de sus ropas, generalmente en la espalda, a la altura de la cintura. De ahí que empezaran a ser conocidos como camellos, aunque quizás hubiera sido más correcta la denominación de dromedario, por lo de una única joroba.
miércoles, 17 de febrero de 2016
Los camellos de la droga
Decenas de miles de personas en nuestro país se dedican a la venta al por menor de todo tipo de drogas: cocaína, heroína, grifa, hachís, LSD, anfetaminas, speed y éxtasis, entre otras. En el argot, quienes tienen como oficio esta actividad reciben el nombre de camellos, aunque también son llamados dílers, anchoas y burros (éste ultimo término se utiliza preferentemente en Méjico).
El empleo de camello como sinónimo de traficante de drogas a pequeña escala tiene su origen en una picaresca que se extendió entre los vendedores de los años veinte del siglo pasado. Cuando intuían una situación de peligro o la posibilidad de ser descubiertos por la policía, los traficantes escondían la mercancía debajo de sus ropas, generalmente en la espalda, a la altura de la cintura. De ahí que empezaran a ser conocidos como camellos, aunque quizás hubiera sido más correcta la denominación de dromedario, por lo de una única joroba.
El empleo de camello como sinónimo de traficante de drogas a pequeña escala tiene su origen en una picaresca que se extendió entre los vendedores de los años veinte del siglo pasado. Cuando intuían una situación de peligro o la posibilidad de ser descubiertos por la policía, los traficantes escondían la mercancía debajo de sus ropas, generalmente en la espalda, a la altura de la cintura. De ahí que empezaran a ser conocidos como camellos, aunque quizás hubiera sido más correcta la denominación de dromedario, por lo de una única joroba.
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