miércoles, 1 de junio de 2016

Refugiados sirios

REFUGIADOS SIRIOS.

 

Ahora que el conflicto en Siria está a punto de entrar en su sexto año, 4,8 millones de personas se han convertido en refugiadas, han abandonado sus casas y han buscado un refugio seguro en países vecinos como Líbano, Jordania, Irak, Turquía y Egipto, donde soportan unas duras condiciones de vida que se siguen deteriorando, y sin que se vislumbre una solución a corto plazo para este conflicto. Sólo el Líbano acoge a más de 1 millón de sirios, lo que está suponiendo una gran presión sobre los recursos e infraestructuras del país. Jordania alberga el que es ya el segundo mayor campo de refugiados del mundo: Za'atari, que acoge a unos 80.000 sirios que han huido de la guerra. Además, 6,6 millones de sirios están desplazados dentro del país, donde la situación también se sigue deteriorando.
Los niños son los principales afectados por este conflicto: más de 8 millones de niños sirios sufren los efectos del cada vez más intenso conflicto que se desarrolla en Siria y gran parte de Irak. De ellos, 2,4 millones de niños y niñas viven como refugiados en Turquía, Líbano, Jordania, Irak, Egipto y otros países del norte de África.
Los sirios que huyen de la violencia lo han perdido todo y en muchos casos sólo les queda la ropa que llevan puesta

COMO EUROPA RECHAZA A LOS REFUGIADOS SIRIOS.
Un sucinto documento de tres párrafos condensa toda la crudeza del acuerdo firmado entre la Unión Europea y Turquía para expulsar a cualquier migrante –incluidos refugiados- que provenga de ese país vecino. Los sirios arribados a las islas griegas desde el pasado 20 de marzo, que serán devueltos en virtud de ese acuerdo, han comenzado a recibir ya impresos como este, al que ha tenido acceso EL PAÍS.
Esa denominada prueba de notificación recoge la clave del llamado "pacto de la vergüenza" entre Bruselas y Ankara, que suscita numerosas dudas legales y morales. Una mujer siria, hija de Mohamad, como se aprecia en el impreso -el resto de datos personales se han omitido-, no podrá quedarse en la isla de Lesbos, adonde llegó en una embarcación. “La solicitud que presentó se rechaza por inadmisible, porque Turquía es considerado un país tercero seguro para ella”, se argumenta en el documento. Se trata de una respuesta estandarizada que las autoridades griegas de asilo ofrecen a todo demandante que partiera de Turquía como paso previo a su expulsión.
El documento recoge, eso sí, el derecho a apelar en cinco días. Si no lo hace en ese plazo, “el solicitante será expulsado del país”, un destino que casi con toda seguridad le aguardará aunque recurra. Salvo casos específicos de persecución en Turquía (por ejemplo, un sirio kurdo), todos los ahora denominados por la UE migrantes irregulares serán devueltos al país vecino.

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